Conversaciones desafiantes
Las conversaciones desafiantes son inevitables en el entorno laboral. El desgaste, la monotonía de la rutina y la impulsividad pueden ser factores que desencadenan situaciones incomodas. Existen estilos de comunicación que pueden detectar la asertividad en la expresión verbal.
La rutina puede provocar falta de empatía en ciertas situaciones que requieren un cuidado especial con respecto a la comunicación laboral. La retroalimentación negativa es frecuente entre compañeros de trabajo, suele generar incomodidad y falta de ambiciones en ciertos proyectos.
En el Webinar sobre conversaciones desafiantes, organizado por Gestión Compartida, mencionan los factores fundamentales de una buena conversación. En primer lugar surge la argumentación, como parte del lado racional y objetivo de una conversación. La argumentación es un elemento clave para justificar una idea o punto de vista, este factor tiene el complemento de la empatía para atribuir un elemento emocional y sentimental a la comunicación.
Natalia Heredia, facilitadora en el Webinar, menciona los cuatro efectos de una conversación. En primer lugar el rechazo, sin tener en cuenta los sentimientos de las personas involucradas. En segundo lugar la impulsividad, esto sucede cuando las palabras no pasan por el filtro del raciocinio.
El desgaste es otro efecto de una conversación, las personas suelen pensar en la pérdida de tiempo que genera la comunicación y se termina desgastando el mensaje. La inspiración es el cuarto efecto de una conversación, donde se dan razones válidas para defender una idea pero también un lugar para escuchar nuevos puntos de vista.
Existen comunicaciones agresivas, pasivas y asertivas, Natalia Heredia presenta un comparativo a los participantes del Webinar. La comunicación agresiva genera rechazo y falta de respeto. Tiene relación con la conversación pasiva donde las opiniones de los demás participantes no tienen lugar. Sin embargo, existen personas que apuestan por una comunicación asertiva, son capaces de observar las necesidades del grupo e identifican otras ideas para incorporarlas en una comunicación en común.
Enfrentar comunicaciones desafiantes puede desgastar ideas, proyectos y lazos profesionales. La honestidad y el respeto son importantes a la hora de plantear una conversación laboral.