Estrategias para ahorrar en comida
Ahorrar en comida te puede ayudar a economizar pero también es una práctica que podría desembocar en una alimentación saludable y sostenible. Te contamos algunas estrategias para que puedas organizar tus comidas, ahorrar dinero y comer mejor.
Ahorrar en comida no es sinónimo de comer mal o poco, al contrario, algunos alimentos pueden costar varios billetes menos que los que consumís habitualmente, solo por desconocerlos.
8 estrategias para comer bien y barato
- Planificar las comidas, tener un registro semanal de cada día es una gran forma de ahorrar en alimentos. La lista de compras estará relacionada con las comidas de la semana y se evitará el desperdicio de alimentos o las compras impulsivas;
- Mercados y ferias, los municipios suelen realizar ferias en plazas y parques para comprar a productores locales, de esta manera gran parte de la comida será fresca, y no envasada, logrando una alimentación sostenible;
- Aprovechar las ofertas, algunos mercados tienen ofertas semanales, o quincenales, que ayudan a la economía de la casa. Algunos las comunican por mail, para los usuarios registrados, o a través de sus aplicaciones;
- Compra al por mayor, productos como las harinas (en todas sus variedades), legumbres o semillas se pueden freezar, solo hay que cerrar bien la bolsa para que no se humedezcan. Las latas de conservas también son una buena opción para siempre tener variedad y poder realizar una diversidad de platos sin salir a comprar todos los días;
- Cocinar en casa, el ahorro más grande está en esta estrategia. La comida casera es capaz de, no solo ser más deliciosa sino, ahorrar muchos billetes. Se puede optar por realizar porciones abundantes y freezarlas, según el alimento. La comida casera tiene la particularidad de conocer los ingredientes que se utilizan, esto aporta un plus a la alimentación saludable:
- Utilizar las sobras, hay días donde la comida es más que suficiente pero al otro día no queremos comer lo mismo. Nada que la imaginación no pueda resolver, dependiendo el plato que sobró se puede batir un huevo y hacer un omelette o recurrir al fiel pan y transformarse en un delicioso sándwich;
- Productos de temporada, elegir alimentos según la época del año reduce el costo. Tener en cuenta que una frutilla, en la no época de esa fruta, podría pasar por un proceso de conserva que aumenta el costo final de la verdulería;
- Cultivar los alimentos, no es necesario tener grandes campos para cultivar, en macetas o un pequeño jardín se pueden crear huertas orgánicas, desde tomates hasta aromáticas, todo es cuestión de imaginación.
Con creatividad e ingenio la comida puede pasar de ser monótona a variada, solo es cuestión de organizar los días y elegir la mejor opción para cuidar el bolsillo.
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