Impresión 3D. Beneficios y desafíos
La era tecnológica no deja de asombrar con maquinarias y elementos que sirven tanto para diversión como para salvar vidas. Desde autos y muñecos para los fanáticos del cine, hasta casas fabricadas con tecnología 3D. ¿De qué se trata la revolucionaria técnica para pasar de una idea a un elemento?
Pensemos en la mejor novela de ciencia ficción, agregamos una idea y una impresora futurista, en cuestión de segundos, pasa la idea a un elemento con tan solo tocar un botón. No es tan inusual, se llama impresión 3D y es real. Desde la medicina hasta la ingeniería aeroespacial, todo es posible con una impresora 3D, la técnica que está dejando una vara muy alta en cuestión digital.
La impresión 3D permite modelar objetos tridimensionales a partir de un elemento digital. Trabaja rellenando capas superpuestas hasta conseguir el resultado definitivo del prototipo solicitado. Al realizar su diseño en capas no se desperdicia material, con esta información se podría pensar en una solución sustentable ante la gran cantidad de material que se arroja a los océanos, cuando se realiza una pieza con el método tradicional.
Uno de los sectores que mejor utiliza este tipo de elementos es la medicina, no solo se realizan equipos para trabajar sino también prótesis e implantes. A medida que pasa el tiempo se proponen nuevas técnicas para mejorar el proceso y poder utilizar este elemento para futuros trasplantes y reemplazar partes del cuerpo humano.
La fabricación aditiva, también llamada 3D, es utilizada en la industria espacial para reproducir componentes importantes pero más livianos que los realizados en el método tradicional. La posibilidad de imprimir piezas en capas brinda la ventaja de reducir material y tiempo, dos elementos importantes en la producción.
La arquitectura no queda atrás en este universo, actualmente se venden casas realizadas íntegramente por impresión 3D por un costo cercano a los 20 mil dólares. Se pueden comprar por plataformas como Amazon y llegan en una caja. El comprador deberá armar las piezas, como un rompecabezas, y al terminar tendrá su casa soñada, totalmente habitable.
Historia de la impresión 3D
Los registros históricos indican que se comenzó a pensar por primera vez en impresión 3D en 1981. El japonés, Hideo Kodama, inventó un producto que utilizaba luces ultravioletas para endurecer polímeros y crear objetos sólidos. En 1983, Charles W. Hull, crea la primera pieza en una impresora 3D, mediante un proceso llamado estereolitografía, revolucionando la historia de las impresiones digitales.
Los inicios de la impresión 3D han evolucionado realizando importantes cambios a nivel cultural. Todo comienza con una idea y sigue con una impresora.