El rol de la tecnología en el cambio climático

El rol de la tecnología en el cambio climático

La tecnología está asociada a favorecer las herramientas que se utilizan para frenar el cambio climático. Pero ¿qué sucede cuando la industria digital aporta también elementos que podrían afectar al medio ambiente? ¿Cuál es su verdadero rol? 

 

Dentro de los desafíos que enfrenta la sociedad mundial cotidianamente, existe el cuidado del medio ambiente y el impacto que provocan ciertas acciones al cambio climático. Los llamados gases de invernadero son producidos principalmente por la quema de combustibles de origen fósil y la desforestación que impacta en quitar recursos naturales para que se genere una depuración del aire, estos elementos y acciones han producido que hoy en día tengamos un año de extrema sequía y el próximo año, un pronóstico de lluvias intensas e inundaciones. 

 

El calentamiento global también está asociado al uso indiscriminado de tecnología y la sobre saturación que tienen los servidores, producto del avance y la necesidad que tienen las personas en incorporar la tecnología como parte de su vida. Debido al calentamiento de los servidores, muchas empresas han colocado sus equipos en zonas de extremo frio, como es el polo norte, para ahorrar energía en refrigeración, sin embargo, esto provoca un descongelamiento del hielo, más rápido que el proceso natural. 

 

El deshielo también impacta en el cambio de nivel de los mares generando un alerta constante a poblaciones costeras. Los cambios abruptos de temperatura provocan una redistribución de la biodiversidad y la migración de especies a zonas que, en muchos casos, no se adaptan y desemboca en la extinción de las mismas. 

 

Sin embargo, la tecnología también aporta acciones positivas que tienen relación con el uso de energías renovables, como la solar y eólica. Este punto es importante para evitar seguir generando gases asociados a la generación de energía artificial. 

 

La agricultura sostenible es otro elemento que se produce gracias a la tecnología, se gestionan cultivos inteligentes para evitar gastar recursos de más y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. En el campo también se utiliza la tecnología de predicción climática para conocer el estado del clima y reducir riesgos en los cultivos y uso de maquinarias. Esto sucede gracias al monitoreo ambiental, que recopila datos y lo analiza para comprender el estado del ecosistema actual. Durante el año 2023 se predijo la llegada de “la niña” un fenómeno que provocó sequías y olas de calor, el año 2024 comenzará con “el niño” que avecina fuertes lluvias e inundaciones. 

 

Si bien existe un trabajo constante desde el área tecnológica para evitar el impacto de sus servidores al medio ambiente, también aporta herramientas para subsanar algunas áreas como sucede con la energía. La colaboración de las empresas tecnológicas es fundamental para seguir desarrollando políticas que ayuden al impacto del cambio climático.