Terapia génica ¿Cómo funciona?
Algunas condiciones de salud tienen la particularidad de producir alteraciones en las células de los individuos provocando una modificación en la genética. La terapia génica podría ser la solución que buscan algunas personas para mejorar su calidad de vida.
La extensa búsqueda del bienestar, y la mejora de la salud, es constante; médicos y científicos trabajan a diario para encontrar soluciones a enfermedades adquiridas o hereditarias. La terapia génica es una técnica innovadora que busca reemplazar, o corregir, los genes que están provocando la enfermedad o condición de la persona. China es el primer país que autoriza, oficialmente, el uso de terapia génica. En Argentina, durante los primeros meses del 2023, el Ministerio de Salud autorizó la terapia génica para el tratamiento de la Atrofia Muscular Espinal.
La detección es el primer paso para conocer el diagnóstico y un posible tratamiento, el objetivo de la terapia génica es la corrección de genes defectuosos que podrían provocar una enfermedad existente o futura, también se acude a este tipo de terapias para agregar información al cuerpo introduciendo genes saludables para reemplazar los faltantes. La incorporación o la corrección de estos elementos modifican la línea genética controlando algunos procedimientos propios del cuerpo, como por ejemplo la producción de proteínas.
Desafíos de la terapia génica
Si bien es un tratamiento innovador que pareciera milagroso, existen recomendaciones específicas a la hora de llevarlo a cabo. Al introducir elementos externos, el cuerpo podría querer eliminarlos, esto produce que el paciente tenga que tomar medicación para cubrirlos, sin embargo podría tener otras consecuencias a largo plazo.
Los elementos éticos no estarían claros en algunos centros que realizan la actividad, es por este motivo que algunos países dudan a la hora de regular la terapia génica.
La OMS dice
El Organismo internacional impide la manipulación del código genético humano si existiera un riesgo para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que en todo el mundo mueren anualmente 240.000 recién nacidos en sus primeros 28 días de vida por trastornos congénitos. Además, los trastornos congénitos provocan la muerte de otros 170.000 niños de entre 1 mes y 5 años de edad. Un 94% de los trastornos congénitos graves se dan en países de ingreso bajo y mediano, aunque una minoría de estas situaciones se debe a anomalías genéticas.
Según la OMS, los trastornos congénitos se podrían prevenir en algunos casos. La nutrición de las mujeres embarazadas junto al consumo de ácido fólico y la prohibición de alcohol y tabaco, ayudaría a crear una protección extra al recién nacido.
Se continúa trabajando para obtener un campo legal más estable y ofrecer la terapia génica como una opción de vida a las personas que necesitan mejorar su calidad de vida.
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