Algoritmos
La computadora me espía. El celular me escucha. Son algunas frases que se mencionan a diario haciendo referencia a los algoritmos que utilizan los sitios y apps para crear con el usuario un canal de comunicación con información de su interés. La invasión tiene un límite y se puede reducir el acceso que tienen de los datos y búsquedas.
Se suele hablar de algoritmos y nexos de conexión entre el interés de un usuario y la información segmentada. Pero ¿Qué es realmente un algoritmo? Es un conjunto de datos matemáticos que se emplean en informática para conocer el gusto e interés de cada usuario y así enfocar la publicidad de servicios y productos. En la vida cotidiana se realizan acciones que pueden definirse como algoritmos: lavarse los dientes, prender una hornalla. Son situaciones que tienen un elemento y una acción y siempre es así, por eso se lo considera finito porque es una gestión que comienza y termina con los mismos elementos.
Las empresas utilizan apps de publicidades como google ADS para canalizar la información a las personas que realmente puede interesarse por el producto y así lograr reducir el costo de promoción. Es similar a darle un folleto en mano a la persona que sí lo va a guardar y potencialmente utilice el servicio.
Si en un sitio web se realizan búsquedas sobre un lugar en particular para vacacionar, es muy probable que el algoritmo del sistema comience a enviar publicidad sobre playas y lugares de descanso, incluso en un escenario externo a la búsqueda.
Los algoritmos son capaces de reconocer frases y desglosarlas para ofrecer más opciones. Si se realiza una búsqueda con la frase “la importancia de tener un descanso” se comenzará a recibir información sobre vacaciones, infusiones para dormir mejor, técnicas de relajación, 3 playas desiertas para conocer antes de morir.
Se puede bloquear la información para que el algoritmo no decida el contenido a consumir, o al menos reducirlo. En primer lugar borrar el historial de búsqueda es una buena opción para comenzar a descomprimir la invasión publicitaria. En plataformas como Youtube o Spotify existe una opción para no reproducir automáticamente una lista de videos o canciones, se pueden armar listas de reproducción de elección propia para que el algoritmo no decida que escuchar.
El bloqueo de publicidades es una buena herramienta, si existe alguna información que no es de utilidad siempre hay una opción para eliminarla, el algoritmo sabrá que ya no existe interés en ese tema.
La evolución constante de la publicidad digital se utiliza para bajar costos aunque al consumidor, a veces, le moleste la invasión y la persecución sobre sus gustos.