Mitos sobre la tercerización que deberías dejar de creer

Mitos sobre la tercerización que deberías dejar de creer

La tercerización sigue siendo un tema polémico, pero en este artículo presentamos los cinco mitos más comunes sobre la tercerización y explicamos por qué es importante dejar de creer en ellos.

 

La tercerización es una estrategia que muchas empresas consideran para crecer, profesionalizarse y reducir costos. Sin embargo, todavía persisten en las empresas creencias y temores que frenan su difusión. ¿Tercerizar o no tercerizar? Esa es la pregunta que muchas empresas pequeñas, medianas y grandes se hacen.

El primer mito es que «tercerizar es más costoso económicamente que trabajar con personal propio». Muchas veces se compara solo una tarea con un sueldo, pero hay actividades que necesitan un complemento tecnológico cuya adquisición y mantenimiento conllevan costos. El proveedor de la tercerización tiene la obligación de mantenerse actualizado tecnológicamente y cargar con todos los gastos extra que puedan surgir. Esto permite que la empresa siempre obtenga la mejor tecnología sin acarrear sus costos. Además, la tercerización permite ahorrar en «costos ocultos» como actualizaciones de software, cambios de convenios, hardware, capacitación, eventuales contingencias, etc.

El segundo mito es que «la tercerización lleva al despido de trabajadores». Cuando se habla de «tercerizar» en ciertos sectores de la empresa, suele encenderse la alarma, ya que esta palabra suele unirse a conceptos de «reestructuración». Pero, la mejor forma de que una empresa crezca y retenga su capital humano es centrándose en realizar exitosamente las tareas relacionadas con el núcleo de su negocio, que es lo que genera ganancias. Tercerizar procesos alejados del corebusiness permite orientar al personal a desempeñarse sin distracciones sobre las áreas que agregan valor al negocio.

 

El tercer mito es que «la tercerización pone en riesgo la confidencialidad». Muchos empresarios se sienten inseguros al tener que sacar información fuera de su compañía. Sin embargo, al subcontratar un servicio que requiere el manejo de datos, el proveedor está obligado a contar con los más altos estándares de seguridad disponibles en hardware y software, por lo que su datacenter cuenta con medidas de seguridad ampliamente superiores a las de las empresas.

El cuarto mito es que «tener procesos tercerizados le quita ‘flexibilidad’ a la empresa». Muchas veces se confunde «flexibilidad» con «informalidad». Trabajar con un externo lleva a pensar los propios procesos de la empresa y ordenar los esquemas de trabajo. Esto obliga a un esfuerzo inicial de ordenamiento, que a futuro siempre deriva en procesos más eficientes. Tercerizar no lleva a perder flexibilidad, ya que la búsqueda de buenas prácticas siempre se adapta a las características y necesidades de cada empresa.

El quinto y último mito es que «tercerizar no hace crecer a una empresa». Para una compañía, abarcar más tareas no es sinónimo de crecimiento. Lo importante es entender cómo se mide la ventaja económica y productiva. La tercerización permite orientar al personal a desempeñarse sin distracciones sobre las áreas que agregan valor al negocio, lo que, a su vez, puede generar un crecimiento real en el negocio.